Primer tren a Guadalajara proveniente de Ciudad de México, fotografía proporcionada por Pedro Maldonado.
HISTORIA DEL FERROCARRIL A CHAPALA.
El ferrocarril Guadalaja-Chapala.
Antes de la llegada del ferrocarril a Guadalajara en 1888, ya había intenciones de unir esta ciudad con la entonces Villa de Chapala a través de un ferrocarril [1] tal y como se lee en un telegrama enviado al gobernador de Jalisco el general Francisco Tolentino el día 24 de julio de 1882 y firmado por Carlos Rivas que en el que se informa que: no se ha traspasado ni se traspasará el ferrocarril de Chapala. Esperamos contestación de Usted a nuestras cartas. No tenga usted ningún cuidado. [2]
Asimismo, otro telegrama enviado por el presidente de la República el general Manuel González de fecha del 21 de junio de 1883 dirigido al general Tolentino en donde le informa que está enterado de todo lo que se sirve comunicarme en su grata del día 13 de este mes referente a la construcción del ferrocarril de Chapala; y en respuesta le digo que tan luego como me restablezca de mis males hablaré con el Señor Diputado [Julio] Arancivia sobre este negocio, y procuraré atenderle en cuanto esté de mi parte obsequiando la estimable recomendación de Usted sobre el particular. [3]
En el mes de noviembre del mismo año, cinco meses después, en un telegrama enviado al general Francisco Tolentino por el Presidente Manuel González, le informa que le concede al general, por un año más, la prórroga solicitada en el contrato existente para establecer el ferrocarril de Chapala. Es así que el contrato aparentemente se prorroga hasta el año de 1884. El 2 de septiembre del mismo año, Tolentino remite a la Secretaría de Fomento los planos correspondientes a la primera sección de 10 kilómetros del ferrocarril a Chapala, para ser aprobados y con esto proceder lo antes posible a su construcción, mismos que para el 11 de septiembre de 1884 son aprobados por la Secretaria de Fomento. [4] Sin embargo, la construcción de este ferrocarril al parecer no inicia, ya que para el 20 de enero de 1885, en otra carta con carácter de confidencial, el general Tolentino solicita al general Manuel González, nuevamente una resolución sobre la construcción de dicho ferrocarril, en donde expone lo siguiente:
…hoy me permito recordarlo al Señor Presidente exponiéndole la facilidad con que se podrían hacer por acá los terraplenes y la adquisición de durmientes; que necesitamos para realizar la obra herramienta, rieles y demás material, dejando todo á la decisión de Usted y de nuestro amigo referido, en concepto de que si creen Ustedes que convenga dejar caducar la concesión, se sirvan decírmelo; pero convendría en mi concepto hacer esta mejora de importancia y porvenir para Jalisco y de mucha honra paa el Gobierno General y del Estado que realizara la obra proyectada. (sic) [5]
Un dato interesante contenido en el mismo escrito expone el contenido de una carta enviada previamente por Jos. A Pischweiler al general Tolentino, en donde le manifiesta el interés del Ministro de Bélgica de tomar la dirección de este ferrocarril a Chapala y con esto proporcionar el material y construir la vía. Esta carta, según lo escrito por Tolentino, fue enviada también con copia al General Díaz para su conocimiento y en espera de una respuesta en torno a este asunto. Sobre la respuesta de dicha carta y el interés del gobierno Belga, no se tiene mas información, pero se sabe que dicha línea no llegó a construirse sino hasta años mas tarde, aproximadamente en 1889 cuando la Compaña del Ferrocarril Central compró un pequeño barco de vapor en los Estados Unidos y lo puso en servicio para los turistas haciendo viajes entre los pueblos a las orillas del lago de Chapala, en conexión con la línea del ferrocarril. Esta operación, posiblemente debido a un manejo deficiente, no generó las ganancias esperadas pero causó grandes pérdidas cercanas a los 18,366.04 pesos en los primeros meses de 1894. La Compañía obtuvo el permiso del gobierno federal de suspender el servicio y así lo hizo en marzo de ese año.[6]
El interés de los extranjeros en la construcción de dicho ferrocarril se entiende considerando que desde finales de 1800 y hasta 1930 aproximadamente, Chapala albergó además de la población originaria del lugar, a extranjeros de distintas nacionalidades que comenzaron a llegar a este lugar a establecer su residencia, ya que paulatinamente comenzó a convertirse en uno de los lugares favoritos de descanso y de visitantes extranjeros. Debido a esto, comienzan a construirse casas de veraneo, chalets y hoteles, que poco a poco consolidan a Chapala, en ese momento, como uno de los lugares más importantes de turismo y vacación de la región.
Se dice además que a principios de siglo XX, Chapala fue destino, en más de una ocasión, de la visita del entonces Presidente Porfirio Díaz quien viajaba de vacaciones a destinos como Cuernavaca o Chapala.[7]
Asimismo, otro telegrama enviado por el presidente de la República el general Manuel González de fecha del 21 de junio de 1883 dirigido al general Tolentino en donde le informa que está enterado de todo lo que se sirve comunicarme en su grata del día 13 de este mes referente a la construcción del ferrocarril de Chapala; y en respuesta le digo que tan luego como me restablezca de mis males hablaré con el Señor Diputado [Julio] Arancivia sobre este negocio, y procuraré atenderle en cuanto esté de mi parte obsequiando la estimable recomendación de Usted sobre el particular. [3]
En el mes de noviembre del mismo año, cinco meses después, en un telegrama enviado al general Francisco Tolentino por el Presidente Manuel González, le informa que le concede al general, por un año más, la prórroga solicitada en el contrato existente para establecer el ferrocarril de Chapala. Es así que el contrato aparentemente se prorroga hasta el año de 1884. El 2 de septiembre del mismo año, Tolentino remite a la Secretaría de Fomento los planos correspondientes a la primera sección de 10 kilómetros del ferrocarril a Chapala, para ser aprobados y con esto proceder lo antes posible a su construcción, mismos que para el 11 de septiembre de 1884 son aprobados por la Secretaria de Fomento. [4] Sin embargo, la construcción de este ferrocarril al parecer no inicia, ya que para el 20 de enero de 1885, en otra carta con carácter de confidencial, el general Tolentino solicita al general Manuel González, nuevamente una resolución sobre la construcción de dicho ferrocarril, en donde expone lo siguiente:
…hoy me permito recordarlo al Señor Presidente exponiéndole la facilidad con que se podrían hacer por acá los terraplenes y la adquisición de durmientes; que necesitamos para realizar la obra herramienta, rieles y demás material, dejando todo á la decisión de Usted y de nuestro amigo referido, en concepto de que si creen Ustedes que convenga dejar caducar la concesión, se sirvan decírmelo; pero convendría en mi concepto hacer esta mejora de importancia y porvenir para Jalisco y de mucha honra paa el Gobierno General y del Estado que realizara la obra proyectada. (sic) [5]
Un dato interesante contenido en el mismo escrito expone el contenido de una carta enviada previamente por Jos. A Pischweiler al general Tolentino, en donde le manifiesta el interés del Ministro de Bélgica de tomar la dirección de este ferrocarril a Chapala y con esto proporcionar el material y construir la vía. Esta carta, según lo escrito por Tolentino, fue enviada también con copia al General Díaz para su conocimiento y en espera de una respuesta en torno a este asunto. Sobre la respuesta de dicha carta y el interés del gobierno Belga, no se tiene mas información, pero se sabe que dicha línea no llegó a construirse sino hasta años mas tarde, aproximadamente en 1889 cuando la Compaña del Ferrocarril Central compró un pequeño barco de vapor en los Estados Unidos y lo puso en servicio para los turistas haciendo viajes entre los pueblos a las orillas del lago de Chapala, en conexión con la línea del ferrocarril. Esta operación, posiblemente debido a un manejo deficiente, no generó las ganancias esperadas pero causó grandes pérdidas cercanas a los 18,366.04 pesos en los primeros meses de 1894. La Compañía obtuvo el permiso del gobierno federal de suspender el servicio y así lo hizo en marzo de ese año.[6]
El interés de los extranjeros en la construcción de dicho ferrocarril se entiende considerando que desde finales de 1800 y hasta 1930 aproximadamente, Chapala albergó además de la población originaria del lugar, a extranjeros de distintas nacionalidades que comenzaron a llegar a este lugar a establecer su residencia, ya que paulatinamente comenzó a convertirse en uno de los lugares favoritos de descanso y de visitantes extranjeros. Debido a esto, comienzan a construirse casas de veraneo, chalets y hoteles, que poco a poco consolidan a Chapala, en ese momento, como uno de los lugares más importantes de turismo y vacación de la región.
Se dice además que a principios de siglo XX, Chapala fue destino, en más de una ocasión, de la visita del entonces Presidente Porfirio Díaz quien viajaba de vacaciones a destinos como Cuernavaca o Chapala.[7]
[1] Elementos para la Reutilización de la infraestructura ferroviaria en el Estado de Jalisco. op. cit. s/p.
[2] Valenzuela, op. cit., p. 114
[3] Ibidem, p. 115
[4] Ibidem, p. 118
[5] Idem.
[6]…the company had purchased a small steamboat in the United States, an put it into tourist service making voyages between the towns on the shores of the Lake of Chapala in connection with the railroad line. This operation, possibly due to poor management, did not return the expected profits but caused constant losses which rose to 18,366.04 pesos in the first months of 1894. the company obtained permission from the Federal Government to suspend the service an did so in march of the year . En: Garma Franco, op. cit., p. 263
[7] Cosío Villegas, op. cit., p. 980
[2] Valenzuela, op. cit., p. 114
[3] Ibidem, p. 115
[4] Ibidem, p. 118
[5] Idem.
[6]…the company had purchased a small steamboat in the United States, an put it into tourist service making voyages between the towns on the shores of the Lake of Chapala in connection with the railroad line. This operation, possibly due to poor management, did not return the expected profits but caused constant losses which rose to 18,366.04 pesos in the first months of 1894. the company obtained permission from the Federal Government to suspend the service an did so in march of the year . En: Garma Franco, op. cit., p. 263
[7] Cosío Villegas, op. cit., p. 980